Rendirse no es una opción

Rendirse no es una opción

miércoles, 11 de octubre de 2017

Menos de 40 días

Se acerca el día, cada vez más.

Desde que escribí la última entrada, cuando quedaban 100 días, han pasado muchos días de entrenamiento, con tiradas largas, muy largas, de dos horas, dos horas y cuarto, dos horas y media, tres horas, las vacaciones en Riviera Maya...

La tirada de tres horas del domingo 8 fue el día más duro hasta ahora. Tenía que hacer 2,5 horas a ritmo fácil y los últimos 30 minutos a ritmo de maratón, que yo quería que fuera de 5.42 para bajar de las 4 horas...

Además, después de los 27 km del día 23 de septiembre, con la subida a La Cantueña, y la subida al polígono del Decathlon, no quería algo tan exigente, por lo que decidí moverme por el circuito de 10km que hago habitualmente en Parla, dando varias vueltas.

El entrenamiento fue tranquilo, quería ir a 6.18, pero iba a 6.15, ligeramente mejor...El problema llegó después, con el tramo exigente. Tan sólo pude hacer en el ritmo marcado el primer kilómetro. No pude más, de hecho, los ritmos hasta cumplir las tres horas fueron malísimos, cercanos a 7 minutos.

Cuando terminé, entré en Lidl a comprar pan y una botella de zumo para beberme de inmediato. Había terminado mi provisión de agua, me había tomado los dos geles que llevaba encima. En caja tuve que sujetarme a las estanterías, miraba hacia fuera y todo brillaba, y me empecé a sentir mareado.

Ya fuera, me tiré al suelo a beberme la botella y recuperar. Al final fueron 28,23 km. Esperaba pasar de 29, pero no pudo ser.

El domingo 15 tengo otra tirada de 3 horas, pero dudo que llegue a hacerlo, no sé hasta qué punto es necesario, más sabiendo que el 22 tengo la media maratón de Fuenlabrada.

Hoy he vuelto a salir, con tres intervalos a ritmo de serie, de 10 minutos cada uno, y otros tres de 2 minutos de descanso. He decidido hacer el primero por debajo de 5.20, el segundo por debajo de 5.10, y el tercero por debajo de 5.00, lo he conseguido sin problema, he terminado muy bien, pero tengo muchas dudas sobre terminar la maratón. Sé que es una carrera diferente al entrenamiento, que no tiene nada que ver, incluido la dureza, que es mucho mayor.

Creo que me han afectado las vacaciones en Riviera Maya. Allí corrí tres días, uno con intervalos, de los que uno no pude hacer por debajo de 5.00 porque la humedad era del 85% y la temperatura superaba los 25 grados a las 7 de la mañana. Los otros dos días corrí relajado, más un cuarto día de cardio en el gimnasio. El quinto día no hubo nada, tocaba una tirada de 60 minutos fáciles y 30 a ritmo de maratón, pero un molesto dolor de garganta, que aún hoy, 12 días después, aún dura. Quizás también esto afectó en la salida de tres horas.

Quedan 39 días. Las dudas cada vez son mayores, pero parece que eso es lo normal...

viernes, 11 de agosto de 2017

100 DIAS

Hoy es 11 de agosto.

Me quedan 100 días para la maratón. Es lo que pone el watchface de mi garmin forerunner 235.



Esta semana ya está siendo más intensa en cuanto a la preparación.

El martes 4 intervalos por debajo de cinco minutos, con descansos de 90 segundos. Muy satisfecho porque quería bajar de 5m/km, y los hice en 4.34, 4.42, 4.32 y 4.44.

El miércoles se trataba de una carrera de recuperación de 45 minutos, pero al final fueron 10,66km en 1h 6m.

Y el jueves era otra carrera de recuperación, de sólo 30 minutos, pero fueron 10,05km en 55m 36s, a 5.32 de ritmo, buscando ritmo de maratón. No tocaba tanto, pero el reto de Garmin en el que estoy metido, a ver quién hace más kilómetros en agosto, y el pique con Samu y Alex (en el que no tengo nada que hacer por cierto) me hizo probarme y hacer 10km en un día entre semana, cuando normalmente los venía haciendo los domingos.

El sábado será un día más duro, con cuatro intervalos de 5 minutos de carrera a ritmo moderado/fuerte por el parque con cuestas, y el domingo una tirada larga de 15km a ritmo fácil, hora y media, esta vez con Samu.

Muy contento porque me voy a ir por encima de los 50km esta semana, entrando de lleno en la dinámica de preparación para una carrera de la exigencia de una maratón.

Supongo que, a medida que la cuenta atrás vaya terminando, los nervios irán en aumento, pero empezar con tanta fuerza da mucho optimismo. Sobre todo si los tobillos, y las lesiones, en general, me respetan. Sobre las molestias de los tobillos, practicamente han desaparecido, y ya no me duele ni cuando me levanto por las mañana.

Así pues, a cien días, optimismo total.

martes, 1 de agosto de 2017

COMIENZA LA PREPARACIÓN

Ayer lunes comencé a preparar la maratón de Valencia.

111 días por delante, algunos con rodajes cortos, otros con hasta tres horas corriendo.

Desde el martes no había hecho nada, ya que el miércoles tuve sesión de fisio para que quitaran las molestias que llevo arrastrando desde hace tiempo en los tobillos. Muy tensos los tendones de aquiles, hubo sesión de masaje y dos agujitas de acupuntura, una en cada tobillo, para tener un resultado bastante satisfactorio.

Las molestias que tenía al levantarme por las mañanas han desaparecido del todo. Esas mismas molestias hacían que salir a entrenar a primera hora resultara un suplicio durante los primeros dos kilómetros, hasta haber calentado.

Ayer, después de cinco días de no hacer más que unos ejercicios isométricos, y con muchísimas ganas, volví a salir....

Pero muy muy poco, sólo 40 minutos en Z2, que eso para mí es por debajo de 142 pulsaciones por minuto, lo que me obligó a rodar casi a 7 minutos por kilómetro, y eso de que de los 40 hice casi 7 por encima, en Z3. Cansancio cero, buenas sensaciones.

Hoy vuelvo a entrenar, esta vez en el parque con el grupo de training habitual, no sé qué haremos, pero no está en mi plan de Garmin. Plan que, por cierto, no resulta exigente, he elegido una opción unicamente para acabar la maratón, sin marcarme ningún tiempo, si bien tengo en la cabeza la posibilidad de intentar hacerlo por debajo de cuatro horas, aunque sea 3:59:99...

Así que estos entrenamientos de grupo me van a venir bien por la técnica y porque son bastante más duros que lo que Garmin planifica en el comienzo. Después ya se irá poniendo más complicado.

En menos de una hora estaré corriendo, a ver qué tal responden los tobillos. Hoy saldré con mi camiseta recién comprada del Madrid, y las GT-2000 3.



sábado, 22 de julio de 2017

A 120 DÍAS DE LA MARATÓN DE VALENCIA

Hoy es un día como otro cualquier para volver a escribir sobre correr.

En un intento de paráfrasis de Murakami y su libro "De qué hablo cuando hablo de correr", he cambiado el nombre al blog, para llamarlo "En qué pienso cuando pienso en correr".

¿En qué pensamos todos cuando salimos a correr?

Es una pregunta que tiene, seguramente, tantas respuestas como corredores hay.

Hoy, como decía en el título, me quedan 120 días para realizar el reto deportivo más importante de mi vida. Casi me atrevería a decir el reto, sin más, más importante de mi vida. Porque es en el que más esfuerzo debo hacer, más sacrificios debo tener, mayor disciplina, fuerza de voluntad y tesón debo tener y poner.

Porque es algo que sólo yo, y nadie más que yo, puede hacer. Nadie me puede ayudar a dar un paso tras otro, nadie puede "ponerse en mis zapatillas" y reemplazarme algunos, o muchos, kilómetros.

Porque no depende de que otros decidan que les he tratado bien, o les he dado buen precio, o mi producto les haya resultado satisfactorio.

Porque es algo que depende ÚNICA y EXCLUSIVAMENTE de mí. De que yo quiera. Y, creedme, en estos momentos, es LO QUE MÁS QUIERO hacer en esta vida.

A falta de esos 120 días, la MARATÓN DE VALENCIA, correr esos 42.195 metros, del tirón, es el mayo reto que tengo por delante.



Habrá quien se pregunte ¿POR QUÉ? ¿QUÉ NECESIDAD TIENES?

Responder es muy fácil. Correr me hace sentirme vivo. Y para los que ya hemos "empezado la bajada", sentirse vivo es algo muy importante. Correr me hace sentirme dueño de mi cuerpo, de mis sensaciones, de mis fuerzas, me hace sentir que yo controlo la situación. En definitiva, me reafirma, y por tanto, mejora mi autoestima. Esas pequeñas, las endorfinas, de las que tanto hablan los médicos, y que dicen que tanto bien nos hacen.

Hacía dos años que no escribía nada en este blog. De hecho, hasta había olvidado que existiera, y, camino de la agencia, venía pensando en crear uno nuevo, pero al ver éste he decidido renombrarlo, para así no perder lo poco que tenía escrito hasta ahora. Me ha hecho gracia leer sobre las dos "We run" hechas en Parla... Ha habido otras dos más, bajando en la tercera hasta los 47 minutos, y por debajo de 49 en la cuarta, así que la mejoría ha sido considerable.

Ha habido varias carreras más por debajo de 50 minutos, Illescas en septiembre 2015, Aficiones en noviembre 2015, Madrid corre por Madrid en septiembre 2016, Aranjuez nocturna en julio 2017, y además tres medias maratones, Madrid en 2016 (1.55.36) y 2017 (1.55.39) y Fuenlabrada (más de 2 horas lesionado con calambres cada 200 metros en los últimos 7 kilómetros)...

Pero también ha habido lesiones, fascia lata rota con hematoma en septiembre 2016 (varias carreras hechas con esa lesión, error), tendones de aquiles en ambos pies, astrágalo pie izquierdo...

Aún con todo eso, es imposible que lo deje. Correr es parte de mi vida, es parte de mi, no concibo mi vida sin esto, del mismo modo que sería imposible no respirar, no comer...

Cuando nos anunciaron en American Express que nos iban a echar a la calle con el ERE, me propuse dos metas. Una abrir la agencia de viajes (vamos a por el sexto año, sobreviviendo, con meses buenos y meses menos buenos), y la otra correr una maratón. Ahora el sueño está a punto de hacerse realidad.

El día 1 de agosto empiezo "oficialmente" la preparación. Habrá días muy duros, con casi tres horas corriendo, duros por el tiempo, la distancia, y, sobre todo, por la soledad. Corremos solos, nadie va dentro de nuestras cabezas mientras corremos, así que lo más duro de la preparación será dominar a ese demonio que llevamos dentro, que cada cierto número de kilómetros empezará a pincharnos en los gemelos, y a decirnos que estamos muy cansados y tenemos que parar.



Será lo más duro de la preparación. No matarlo, porque no podré conseguirlo, pero sí dormir a ese maldito demonio, para que no aparezca en cualquier momento. Una de las enseñanzas que Murakami me aportó cuando leí su libro fue a "no parar". Murakami empezó a correr maratones a los 33 años, y también se puso a correr ultramaratones. Y se decía a sí mismo que no debía parar. Eso se grabó en cerebro, y cada vez que salgo es mi mayor mantra. NO PARAR, cueste lo que cueste (por eso no paré en la media maratón de Fuenlabrada, por eso por y por c....oraje...

No sé en qué acabará este blog, ya que la disciplina que sí tengo para correr no la tengo para escribir, pero intentaré contar lo que sea, de la preparación, de la carrera, de lo que piense, de lo que sea... Ojalá a alguien le sirva, como mínimo, para entretenerse un ratillo.

Seguimos en contacto.


jueves, 16 de abril de 2015

CORRER BAJO LA LLUVIA

Ayer 15 de abril corrí, por primera vez en bastantes meses, bajo la lluvia.

Hay un par de sensaciones que se tiene cuando corres bajo esa circunstancia, que no tienes de ninguna otra manera.

La primera es la de respirar aire limpio, con ese olor tan característico del suelo mojado, de la tierra mojada, del ozono. Sientes que se te abren los pulmones, que respira frescura.

La segunda es la sensación tan enorme de libertad que se tiene. Corres en un momento en el que todo el mundo quiere resguardarse, quedarse en casa, y, mientras tanto, tu tomas la decisión contraria, sales a la calle, y, bajo la lluvia, corres, te empapas, las gafas se te llenan de gotas, el agua te chorrea cuello abajo, el sudor se mezcla con el agua, pero no te importa, te sientes libre, te sientes bien contigo mismo, porque has hecho algo diferente al resto.

Porque, mientras todos se esconden en la comodidad de sus casas, tu sales al fragor de la batalla, a vencerte a tí mismo y a los elementos. Es puro egoísmo. Sales a disfrutar de esas dos magníficas sensaciones que se tiene cuando corres.

Siempre, claro está, que la lluvia no se ensañe. Ayer terminó haciéndolo, y obligo a que el entrenamiento terminara un poco antes de lo previsto. Cuando la sensación de libertad se convierte en asfixia hay que parar y resguardarse, vencidos al final, pero con la sensación de haber plantado cara, y con el ansía de volver a enfrentarte a los elementos en otra ocasión.

Recuerdo la Solidaria BBVA de 2013, corriendo Castellana abajo, Castellana arriba, con una lluvia castigadora durante toda la mañana. De esas que te hacen preguntarte que c... haces allí.

¿Qué vas a hacer? Eso que tanto te gusta, que cuesta definir, y que a muchos les cuesta entender. Algo que algunos piensan que es una moda, pero se equivocan.

martes, 10 de febrero de 2015

2a WE RUN PARLA 10 K

8 de febrero. 2ª We Run Parla, carrera de 10 kilómetros.

Por fin llegó la carrera para la que más motivación tengo, la prueba que se celebra en la localidad donde vivo, prueba, además, organizada por la E3 Promoción Deportiva, a la que pertenece mi entrenador, Luis Rodríguez Utrera. Aquí se puede ver el recorrido de la carrera.


Mañana fría, muy fría, pero muy soleada, espectacular, perfecta para correr. Me levanto muy temprano, a las 7.30, para desayunar tranquilamente, mi cappucino, zumo de naranja, y pan tostado con margarina Flora y mermelada de fresa light. A las ocho salgo a la calle con Sheldon, y percibo cómo está la mañana.

De vuelta a casa me pongo la ropa de la carrera. Medias de compresión, como en todas las carreras, mallas largas Adidas, camiseta interior contra el frío, por fuera la camiseta de la carrera, gris con letras naranjas, braga para el cuello, guantes y cinta para las orejas. Chaquetón para el frío y a la calle.

Bajo andando hasta la salida, en la avenida Juan Carlos I. En la avenida América, en la rotonda por donde cruza el tranvía para un coche con dos chavales y el padre de uno de ellos preguntándome por la carrera, les indico y, ya que voy al mismo sitio, les pregunto si me pueden llevar, me dicen que sí. 

LLegamos cerca, aparcamos, y vamos hacia el estadio. Se respira un ambiente magnífico. Dejo el chaquetón, y me voy hacia la esquina del Biergarten, donde he quedado con Azahara. Ya ha llegado, se pensaba que la había dejado tirada. Calentamos un poco, hacia el parque del lago y vuelta, pero nada más. No quiero calentar demasiado. Estiramos y nos vamos hacia la salida. Por primera vez veo "cajones" con los tiempos. Aparte la San Silvestre, es la primera vez que veo que pongan cajones para que los corredores no vayamos muy mezclados y corramos más o menos juntos los de ritmos parecidos. También veo liebres con globos para correr en tiempos concretos. Muy bien por los chicos de E3. No es que otras veces lo hayan hecho mal, pero es que en esta ocasión se han salido.

Justo antes de empezar la carrera, a mi derecha me encuentro con un corredor que va descalzo. Cruzamos unas palabras, nos deseamos suerte y empieza la carrera. Pongo la música en mi ipod, una lista con música de Depeche Mode, y empieza la carrera. Son las 10.02 de la mañana. Tardo más de un minuto en pasar por la alfombra del cronómetro. Al final de la carrera nos espera, a todos los participantes, una medalla conmemorativa, bien bonita, la verdad.


Como en todas las carreras, intento ir de menos a más, más lento al principio y más rápido después. Así lo hice el domingo anterior, y conseguí entrenar a 5.24 de media los 10 k. Cumplimos el primer kilómetro en la esquina entre Eduardo Chillida y Pablo Gargallo, voy a 5.24, creo que demasiado rápido, sobre todo porque Eduardo Chillida tira ligeramente hacia arriba. Tengo que aflojar...pero Agustín Ibarrola, la calle por la que torcemos desde Pablo Gargallo tira ligeramente hacia abajo, y luego la avenida del Leguario al revés. En la rotonda con la calle Toledo el km 2 completo, éste a 5.17, demasiado rápido, pero me noto bien.

Seguimos por la avenida del Leguario hacia la avenida América, en el cruce con Juan Carlos I completo el km 3, he conseguido aflojar, pero voy a 5.23, me sigo encontrando bien. Al comenzar el km 4 empieza la cuesta más larga de toda la carrera, alrededor de unos 500-600 metros. En el ipod suena "Wrong", y decido probarme y pegar un pequeño tirón, de golpe paso a 8-10 corredores. Me tiraré ya toda la carrera pasando gente.Giramos hacia la avenida del Sistema Solar y ahora hay una bajada evidente. Termino el km 4 a 4.53, el más rápido de toda la carrera. El tirón cuesta arriba no parece haberme afectado.

El km 5 termina en la avenida de las Galaxias, y con él la cuesta abajo. Ritmo del km 5.09, es el que me gustaría llevara el resto de la carrera. Giramos por la avenida de los Planetas, de nuevo cuesta arriba. Antes de llegar a Planeta Jupiter veo a un corredor en el suelo, que está siendo atendido por los sanitarios, ha tropezado con otro, se ha caído de lado y se ha cortado. Pero se recuperará. Subimos hasta planeta Tierra y volvemos a  bajar, y al pasar planeta Jupiter mi Garmin me indica que hemos completado el km 6, 5.19, la subidita parece haber afectado un poco. Tiramos por la avenida de las Estrellas y de nuevo a subir. No lo parece, pero se nota, es de esos trechos que te preguntas por qué te está costando, y luego, cuando ves el perfil te das cuenta de que, es casi imperceptible, pero estás subiendo. Completo el km 7 al llegar a Planeta Tierra, justo antes de dar la vuelta para volver a bajar. El ritmo ha sido de 5.14. En esos momentos empiezo a ser consciente de que voy a mejorar mi marca, ya que el ritmo de la carrera completo está en 5.14, y ahora toca un trecho de  bajada.

El km 8 es en la avenida de las Galaxias, casi enfrente del punto del km 5, donde daban agua. Reparten las botellas que han sobrado, pero no cojo, ni en el 5 ni en el 8. Es casi todo bajada, hago 5.05, la media total sigue bajando. A la altura de la calle Piscis giramos por ella, hacia la derecha. Es una incómoda subida de 250 metros de adoquín, que cuesta. El año pasado sufrí aquí mucho, pero este año me siento fuerte, y sigo adelantando corredores. Termino el km 9 en 5.11, he superado el último obstáculo que era esa cuesta.  Además de la medalla, y con las clasificaciones publicadas, te puedes sacar el diploma de participante. Detalle muy bonito para que los que corremos sin más pretensión que divertirnos y superarnos a nosotros mismos.


Primero la calle Libra, llana, luego bajamos por la calle Acuario, cuesta abajo. Al principio del km veo que he aflojado a 5.30, pero bajando vuelvo a acelerar, tomamos la avenida Juan Carlos I, hay muchísima gente en las aceras, entramos en el estadio del Parla. Donde el año pasado había barro este año está seco. Cuando asfalten ese pequeño trozo podrán homologar la carrera. En los Prados, casi 350 metros, corremos en sentido contrario al habitual para entrar en meta, en sentido de las agujas del reloj, intento pegar un tirón fuerte, pero me cuesta, luego vería en el Garmin que iba a 4.54. Ya en la recta de meta consigo tirar fuerte, y llegar en 51.37. Mejoro mi marca en 1m30s nada más y nada menos. Objetivo requetecumplido. Feliz, muy contento, y ya con la idea clara de que empezar más suave me va a servir para ir mucho más rápido después. El puesto final es lo de menos. Por cierto, más de 2000 corredores, éxito de organización, Parla se ha puesto a la cabeza de las carreras populares gracias a E3 y a los participantes.

No acabo de creerme el tiempo, pero sí, es cierto, he logrado bajar de 52 minutos...


    

domingo, 25 de enero de 2015

ARTIC P253 BT. AURICULARES BLUETOOTH. ANALISIS

Hoy no voy a hablar nada de correr.

Voy a hablar de algo diferente. 

Habitualmente corro escuchando música, la mayoría de las veces con un ipod nano. Quien más quien menos hace como yo, si bien algunos corren con un reproductor de mp3, otros corren con un teléfono móvil, con el que, ademas de escuchar música, llevan sus estadísticas con aplicaciones como Endomondo, Runtastic, etc.

Pero la mayoría sufrimos el mismo problema: Los cables no dejan de ser un engorro.

Cansado de esto, me puse a buscar por Ebay y Amazon unos auriculares bluetooth. La búsqueda no ha resultado nada fácil. No hay demasiados productos, y de los que hay no hay demasiadas referencias. Así que, para bien o para mal, y después de darle vueltas y más vueltas, me decanté por este modelo de Artic, viendo el gran número de críticas que había en Amazon.


Me han tardado en llegar tres días más de lo previsto. Los compré el sábado 10, la fecha prevista era el viernes 16, y me han llegado el lunes 19. Los he usado corriendo ya tres veces, así que puedo daros mis impresiones.

Como se puede ver la caja es de carton, no han gastado mucho dinero en tinta, pero ni falta que le hace. Por cierto, no ha llegado a 20 euros con gastos envío incluidos. Por este precio os podréis imaginar...Pues ahora os cuento.

Bien, en la caja vienen los auriculares, que abultan poquísimo plegados, y cable de carga, usb. No es que me guste demasiado, ya que no siempre tengo el ordenador encendido como para ponerlos a cargar, pero es lo que hay.

Hablemos de ergonomía.

Cuando se abren hay que girar ligeramente los auriculares, y ponérselos cuidando de que la barra quede por detrás de la oreja. Al principio se hará un poco molesto, pero hoy he corrido 10 k con ellos y no he tenido ningún problema.



Como se puede ver,  la diadema va por detrás de la cabeza. Hay muchos así, también con cable. Si se usa braga para el cuello puede estorbar (para otras no hay problema, supongo), especialmente si quieres subírtela para taparte la cabeza, pero me pasa lo mismo con mis Senheiser con cables.



Son algo aparatosos de llevar, si te miras al espejo te entrará complejo de princesa Leia, así que mejor no te mires, que luego ni te enteras. Las almohadillas, con el uso, podrían deteriorarse, pero es algo que en este momento no puedo valorar.

Sobre el uso.
Lo primero es encenderlos.


El botón de encendido lo llevaremos en la orja derecha, es el del símbolo del teléfono. Al encenderlo, a través de los auriculares se oye un peqwueño acorde, y en el exterior sale una luz azul, que, si no está emparejado se ve roja.


Aquí se puede ver sin emparejar. Tiene un botón para subir el volumen, otro para bajarlo, uno para ir a la siguiente canción, y otro para ir a la anterior. Más el del teléfono, que sirve para pausar la música, encender y apagar los auriculares, y contestar llamadas.

Al encenderlos se emparejará con total facilidad con el teléfono si este tiene el bluetooth encendido. Si, por otra parte, lo quieres emparejar con el ipod, tendrás que tener el ipod con el bluetooth encendido antes de encender los auriculares, o apagar el bluetooth del teléfono. En cualquier caso, el proceso es practicamente inmediato. No se tarda nada.


Y sobre como se oyen.
Ésta ha sido la mayor de las sorpresas. Para costar menos de 17€, se oyen demasiado bien. Los graves son bastante aceptables, y el sonido en general también. Por cierto, el control de volumen es independiente del ipod, y el nivel del volumen puede llegar a ser bastante alto. No me ha llegado a distorsionar porque no me gusta la música demasiado alta, aunque, si quieres, puedes lograr no oir el ruido del exterior, lo que tampoco es aconsejable.

De vez en cuando se produce algún corte de sonido, probablemente como consecuencia de pasar por alguna zona donde haya mucha gente con bluetooth encendidos, y se produzca alguna interferencia, no sé, no soy muy entendido, pero en las tres veces que lo he usado corriendo me ha pasado en la misma zona de una calle. Al sacarlos del bolsillo la interferencia desaparecía. El botón del teléfono suena porque tiene cierta holgura, pero tampoco me ha resultado un ruido molesto, ya que es algo rítmico, como las pisadas, o como las llaves si las llevas en el bolsillo, aunque puede que haya gente a la que sí le moleste. Andando el botón no sonaba.

Contestando llamadas es su punto más débil, yo oía perfectamente, pero la persona al otro lado del teléfono me oía como con eco, y eso metido entre cuatro paredes, pero bueno, tampoco lo he comprado para atender llamadas.

Resumiendo, por el precio que pagas, recibes un artículo que cumple perfectamente con lo que esperas de él, no llevas cables, puedes subir y bajar el volumen sin tener que sacarte del bolsillo el reproductor, la música se oye bastante bien, y no pesa ni es molesto de usar. La libertad de ir sin cables es impagable, y por menos de 20€. 

Compra muy recomendable.