Rendirse no es una opción

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sábado, 22 de julio de 2017

A 120 DÍAS DE LA MARATÓN DE VALENCIA

Hoy es un día como otro cualquier para volver a escribir sobre correr.

En un intento de paráfrasis de Murakami y su libro "De qué hablo cuando hablo de correr", he cambiado el nombre al blog, para llamarlo "En qué pienso cuando pienso en correr".

¿En qué pensamos todos cuando salimos a correr?

Es una pregunta que tiene, seguramente, tantas respuestas como corredores hay.

Hoy, como decía en el título, me quedan 120 días para realizar el reto deportivo más importante de mi vida. Casi me atrevería a decir el reto, sin más, más importante de mi vida. Porque es en el que más esfuerzo debo hacer, más sacrificios debo tener, mayor disciplina, fuerza de voluntad y tesón debo tener y poner.

Porque es algo que sólo yo, y nadie más que yo, puede hacer. Nadie me puede ayudar a dar un paso tras otro, nadie puede "ponerse en mis zapatillas" y reemplazarme algunos, o muchos, kilómetros.

Porque no depende de que otros decidan que les he tratado bien, o les he dado buen precio, o mi producto les haya resultado satisfactorio.

Porque es algo que depende ÚNICA y EXCLUSIVAMENTE de mí. De que yo quiera. Y, creedme, en estos momentos, es LO QUE MÁS QUIERO hacer en esta vida.

A falta de esos 120 días, la MARATÓN DE VALENCIA, correr esos 42.195 metros, del tirón, es el mayo reto que tengo por delante.



Habrá quien se pregunte ¿POR QUÉ? ¿QUÉ NECESIDAD TIENES?

Responder es muy fácil. Correr me hace sentirme vivo. Y para los que ya hemos "empezado la bajada", sentirse vivo es algo muy importante. Correr me hace sentirme dueño de mi cuerpo, de mis sensaciones, de mis fuerzas, me hace sentir que yo controlo la situación. En definitiva, me reafirma, y por tanto, mejora mi autoestima. Esas pequeñas, las endorfinas, de las que tanto hablan los médicos, y que dicen que tanto bien nos hacen.

Hacía dos años que no escribía nada en este blog. De hecho, hasta había olvidado que existiera, y, camino de la agencia, venía pensando en crear uno nuevo, pero al ver éste he decidido renombrarlo, para así no perder lo poco que tenía escrito hasta ahora. Me ha hecho gracia leer sobre las dos "We run" hechas en Parla... Ha habido otras dos más, bajando en la tercera hasta los 47 minutos, y por debajo de 49 en la cuarta, así que la mejoría ha sido considerable.

Ha habido varias carreras más por debajo de 50 minutos, Illescas en septiembre 2015, Aficiones en noviembre 2015, Madrid corre por Madrid en septiembre 2016, Aranjuez nocturna en julio 2017, y además tres medias maratones, Madrid en 2016 (1.55.36) y 2017 (1.55.39) y Fuenlabrada (más de 2 horas lesionado con calambres cada 200 metros en los últimos 7 kilómetros)...

Pero también ha habido lesiones, fascia lata rota con hematoma en septiembre 2016 (varias carreras hechas con esa lesión, error), tendones de aquiles en ambos pies, astrágalo pie izquierdo...

Aún con todo eso, es imposible que lo deje. Correr es parte de mi vida, es parte de mi, no concibo mi vida sin esto, del mismo modo que sería imposible no respirar, no comer...

Cuando nos anunciaron en American Express que nos iban a echar a la calle con el ERE, me propuse dos metas. Una abrir la agencia de viajes (vamos a por el sexto año, sobreviviendo, con meses buenos y meses menos buenos), y la otra correr una maratón. Ahora el sueño está a punto de hacerse realidad.

El día 1 de agosto empiezo "oficialmente" la preparación. Habrá días muy duros, con casi tres horas corriendo, duros por el tiempo, la distancia, y, sobre todo, por la soledad. Corremos solos, nadie va dentro de nuestras cabezas mientras corremos, así que lo más duro de la preparación será dominar a ese demonio que llevamos dentro, que cada cierto número de kilómetros empezará a pincharnos en los gemelos, y a decirnos que estamos muy cansados y tenemos que parar.



Será lo más duro de la preparación. No matarlo, porque no podré conseguirlo, pero sí dormir a ese maldito demonio, para que no aparezca en cualquier momento. Una de las enseñanzas que Murakami me aportó cuando leí su libro fue a "no parar". Murakami empezó a correr maratones a los 33 años, y también se puso a correr ultramaratones. Y se decía a sí mismo que no debía parar. Eso se grabó en cerebro, y cada vez que salgo es mi mayor mantra. NO PARAR, cueste lo que cueste (por eso no paré en la media maratón de Fuenlabrada, por eso por y por c....oraje...

No sé en qué acabará este blog, ya que la disciplina que sí tengo para correr no la tengo para escribir, pero intentaré contar lo que sea, de la preparación, de la carrera, de lo que piense, de lo que sea... Ojalá a alguien le sirva, como mínimo, para entretenerse un ratillo.

Seguimos en contacto.